lunes, 23 de febrero de 2009

limón y perita

La pava estaba muy asustada con el cambio,

"¿Qué es ESO?"

Pero notó la dificultad de dar frutas tras cambiar el papel, viendo la pava más delgada ahora porque necesitaba comer, le dolió la corteza al verla así, como no tenía frutas, le daba también hojas para comer.

"Pero pero, si no puedes darme peras, ¿puedes darme un melocotoncito?
" No sé como, pero no puedo dar frutos."
" ¿Porqué no haces como todo los demás? Mueve un poco la savia dentro de tí y ya verás que sí."
" No me sale...."sollozó el pero.

Nerviosa, la pava cruzó una colina y halló un melocotonero, se sentó allí y lo observó largamente.
Volvió corriendo al pero y le dijo:
"¡Pero pero! He visto que el melocotonero dio las frutas al hacer así - inhalar profundamente, sonar la nariz con una hoja y hace sacudir todas sus ramas, y después, "BUP", saltan los melocotoncitos dulces y alegres."

Pero hacía lo mismo que le dijo la pava, pero seguía igual, no daba frutos.

Enfadada, la pava gritó al pero.
Fue para peor - pero dio un limón y ésto se le cayó encima de la cabeza de la pava "¡AY, qué daño!"

"Perdona pava, no sé que me pasa, quiero dar frutos...."

Viendo la carita triste del pero, pava fue a hablar con el río, quien podría darle consejos.

"Fufufu, te estás preocupando demasiado, hay muchos arboles que no dan frutas..."río rió, dejó la pava pensativa.

"Quiero que se ponga bien." pensó la pava.
La montaña le oyó - "¿pero no eres tú su ser más cercano? Seguro que sabes como curarlo."

"Es verdad, qué sabio es la montaña."

Volvió al pero, y le dijo con tono cariñoso - "Pero pero, eres bueno y hermoso. Verdaderamente eres especial, tu mirada lo transmite."

El pero sonrojó al oír la pava.

"Ay...va, hay un clavo en tu raíz, te ayudo a sacarlo"

" Hm... ¿tienes frío?" Pava puso una pluma encima de la copa del pero, y abrazaba al pero.

"¿Pero, qué te gusta?"

" ¿Pero pero, sabes qué quieres hacer?

Pero estaba hasta la coronilla de la ansiedad de la pava. Se puso de mal humor y dio un limón u lo hizo caer a la pava.

Pero seguía sin dar frutas, aun así, la pava seguía con el pero. Se marchó dos veces, pero terminó volviendo.

" Pero pero, puedes hacerlo a tu ritmo"

Un día, al levantarse, el pero lloró de alegría, y dio una perita muy dulce a la pava para desayunar.

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